8 Junio, 2023

Había estado enfocada en crear y crear para existir en el espacio virtual, me queme, tenía cierta reticencia a hacer una pausa para realmente no crear con un fin, crear y divertirme simplemente, lo hice y pensé ¿qué era algo que realmente me gustaba antes y no hago más? Escribir.

Entonces he vuelto a mi viejo blog porque siento que tiene cierto carisma el tenerlo, la idea también surgió porque recientemente termine el libro Maid: Hard Work, Low Pay, and a Mother’s Will to Survive de Stephanie Land, Steph escribía en su blog para congelar el tiempo y recordar los días, me hizo motivarme a regresar aquí.

Hoy estoy en un lugar mágico, la ansiedad va y viene, la negatividad aplastante, pero escribo para recordar que a pesar de que mi mente está tan acostumbrada a que todo salga terriblemente mal, estoy en una etapa increíble y no quiero se me olvide, quiero leerme y saber que llegue aquí después de tanto trabajo.

Estamos a dos semanas de entregar dos esculturas a medida para Monterrey, aún no me la creo, cuando entre a estudiar diseño industrial, recuerdo que muchos amigos, conocidos, me llegaron a hacer comentarios insensibles, que era una carrera para «mientras me casaba» que en la universidad donde estudiaba no se estudiaba de verdad, en su momento esos comentarios ahondaron porque no era la mujer confiada que soy hoy.

A la mujer, niña que se la pasaba dibujando con sus plumones, haciendo caricaturas, cartas a medio mundo y pensaba que diseño era lo único que podía estudiar porque no se le daba las matemáticas ni ninguna de las carreras que para todos eran las que te aseguraban un futuro económico, quiero decirle a ella, que lo estamos logrando, nos pagan por crear, no es tan romántico como imaginamos, hay mucha administración, no te salvaste de las mates, pero hoy estás a punto de casarte, vives en lugar que siempre quisiste, ahora tienes perros (si tú!!!!), todos los atardeceres son increíbles, se ve la luna llena cuando sale, en grande por la ventana de atrás desde tu cocina, en fin, la vida es buena incluso con sus peros.

La luna desde mi cocina.

Los atardeceres desde mi ventana.

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar